jueves, julio 13, 2006

Evaluación: asignatura pendiente


Llega el momento de la evaluación, tan temido por profesores y alumnos.

Para los profesores, ser justo parece ser un ideal inalcanzable; para los alumnos, encontrarse un desajuste con lo esperado o una sensación de agravio comparativo es muy general. ¿Cómo hacer?

Puede que haya muchos profesores con tendencia a no complicarse la vida y a evaluar de forma rápida y favorable al alumno. Otros profesores son el "hueso" de la carrera y la mayoría de alumnos no consiguen superar el listón. Yo tengo la impresión de ir bajando año tras año el nivel exigido para aprobar, pero encuentro que la misma (pequeña) proporción de alumnos brillantes sigue manteniéndose, y que la media general es satisfactoria. ¿Qué piensan otros?

Cuando comento el tema de la evaluación con compañeros, oigo posiciones muy dispares: o bien se opina que "cada vez se aprueba con más facilidad sin alcanzar unos mínimos razonables", o bien que "tenemos unos alumnos excelentes mucho más preparados que lo estuvimos nosotros en su día".

No sólo los alumnos han de ser evaluados. La mayoría de solicitudes, proyectos, curricula y realizaciones de los profesionales y académicos son evaluados en múltiples instancias y agencias, de modo que hay ya un perfil profesional entre los expertos: la figura del "evaluador". Muchos científicos en nuestras publicaciones estamos sometidos al sistema de "evaluación por colegas", que suele producir muchos dolores de cabeza. Los baremos, índices y valoraciones se discuten y legislan incesantemente; pero a la hora de aplicarlos hay a menudo tantas dosis de arbitrariedad que uno se pregunta para qué establecer tantos criterios e indicadores del valor de las cosas.

Este año hemos consensuado con los alumnos un apretado baremo de calificaciones, con porcentajes distribuidos según el trabajo fuera grupal, individual, práctico, teórico, oral, escrito... Más complicado que otros años, pero quizá más preciso ¿y más "objetivo"? Por si le sirve a alguien, lo explico a continuación:

Trabajo o examen individual: 40 % de la calificación final.
Media de la calificación del grupo de trabajo: 5 % de la calificación final.
Presentación oral colectiva del grupo (opcional): 5 % de la calificación final.
Prácticas de laboratorio y examen de prácticas: 25 % de la calificación final.
Memoria de la práctica de campo: 20 % de la calificación final.
Participación (asistencia a clase, consultas, entradas al campus virtual, respuestas a cuestionarios, etc...): 5 % de la calificación final.

¿Cómo se aplica un baremo como éste o parecido? Según mi experiencia, hay dos maneras principales:
1) o bien se valora independientemente a cada persona contra una medida abstracta de lo que deberían ser un mínimo y un máximo a juicio del evaluador
2) o bien se califica con la nota máxima a la persona que haya conseguido el mejor resultado del grupo, y se prorratea sobre ese máximo la calificación de los demás.

Seguramente que habrá libros escritos sobre este peliagudo tema; pero creo que a la mayoría de profesores universitarios como yo, no nos ha llegado un resumen sencillo de procedimientos de evaluación (salvo la típica distinción de preguntas de examen: de respuesta múltiple, de respuesta corta, etc...).

Pues animarse a escribir; seguro que las experiencias de unos nos serán útiles a otros.